Anochecía.
Empezaba otro día de mi recorrido Puerto-Viña bastante flojo,
ningún pasajero se había subido. En Belloto me hizo parar un joven,
por su facha supe que se iba de farra. Se sentó a mi lado, me dijo
que se bajaba en plaza México y me pagó el pasaje. No subió nadie
más en el trayecto hasta allá, bueno, es que yo no manejaba, volaba
por el Troncal. Llegamos a Plaza México y con lentitud me fui
deteniéndome y haciendo el taxi a la orilla. El joven me dio las
gracias, me indicó al puente Casino con uno de sus índices y al
bajarse me dijo.
-
¿Ve el puente Casino? Desde ahí me tiré hace tres años.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario