¿Bernardo?
Si, weon, habla Guillermo. Está todo listo, voy camino al banco a
hacer el
depósito.
Si, te escucho...eso mismo, eso dijeron los argentinos. No, ¡que va!
De que crisis
me
hablas, miedoso. Te lo juro compadre; este es el negocio del futuro,
es la oportunidad que
estábamos
esperando; estamos invirtiendo en la etapa precisa, imagínate,
¡independencia,
viajes
y sin jefes ni horarios! Dentro de unos años este producto, que me
interesa en lo más
mínimo,
yo entré por el negocio, se posicionará como líder en su tipo y
prácticamente no
tendrá
competencia; tendremos el monopolio total, el estudio de mercado así
lo dice...
¡Por
la cresta que eres porfiado! ¿Te devuelvo tu plata? ¿Eso quieres?
Perfecto,
ningún
problema, pero cuando yo esté forrado en plata, ande jugando
millones en Las vegas,
viajando
por Europa, Cancún, tenga el medio departamento en Zapallar y mi
camioneta Ford
tundra,
y más encima me esté comiendo a las mansas minas quiero verte y que
me digas
“Guillermo,
puta que tenías razón”. Ya, de acuerdo, de acuerdo, si igual
entiendo tu postura.
Si
tienes tantas dudas, justo ahora que las lucas ya se van para Buenos
Aires, vamos a
tomarnos
un café ahí, al bar inglés, ahí te pongo al tanto de todo con
lujo de detalles. Si,
tengo
harto que hacer pero te espero, siempre tengo tiempo para mi socio
¿En cuánto rato
más
llegas? En que termine de avanzar la bendita cola del banco demás
que estoy
desocupado
cuando llegues. De acuerdo, amigo mio, y recuerda, ¡seremos
inmensamente
ricos!
........................................................................................................................................
No
digo yo, por eso este país está como está ¡Lleno de weones
cobardes e incrédulos!
Un emprendedor caminando por el Wall Street porteño (calle
Prat)
No hay comentarios.:
Publicar un comentario